En la madrugada del jueves tras cerca de 18 horas de sesión en la Comisión Constitucional y de Leyes del Senado, la publicitada Reforma a la Justicia desnudó algunos detalles de ministros y congresistas frente a los medios de comunicación, analistas, columnistas y la opinión pública en general.
“Se imaginan ustedes cómo serán los titulares de prensa de mañana” en relación con el fuero militar, incluido en el texto de la reforma, saltó alarmado el presidente de la célula constitucional permanente, Luis Fernando Velasco, pero que posteriormente el gobierno retiró para evitar traumatismos en los siete debates que le faltan al proyecto.
Mientras el ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, hablaba en una esquina de la comisión con el autor de TNN@, el veteranísimo senador Roberto Gerlein Echevarría –lleva 43 años en el legislativo- ‘metió’ en la Reforma a la Justicia la proposición para facultar al Presidente de la República indultar a las personas condenadas por la justicia.
Recordé al ministro que esa figura es muy similar a la que existe en los Estados Unidos pero muy cuestionada porque por esa vía se ‘cuelan’ hasta mafiosos como le pasó al presidente Bill Clinton.
“Eso no pasa” explotó Vargas Lleras y efectivamente, no pasó.
Pero dejó un tufillo de desconcierto entre los senadores porque la proposición logró 14 de los 17 votos que había en la comisión y como bien lo dijeron varios legisladores, ese era un mecanismo para un eventual proceso de paz.
“Si mañana Alfonso Cano decide desmovilizar en seis meses a las Farc pero con un indulto, ahí estaba lista la herramienta y el gobierno la desaprovechó”, se quejaron los senadores.
Me llamó la atención la pasividad del otrora fogoso senador Gerlein Echeverría al retirar la proposición. En años pasados desplegaba su sabiduría constitucional, inclusive universal en ejemplos, para evitar ser derrotado por un ministro.
Cerca de las dos de la mañana del jueves Vargas Lleras explicó a esta página digital que esa figura no cabe en el orden jurídico del país y que el Presidente Juan Manuel Santos Calderón no la quiere.

En la foto de Ángel Vargas, el senador Roberto Gerlein Echeverría, en la Comisión Primera.
Mi amigo Gerlein Echeverría que el 18 de noviembre celebra 73 años de edad y en 2014 cuarenta y seis como legislador (los mismos años que duró en el Senado de los Estados Unidos, Edward ‘Ted’ Kennedy, hermano del asesinado Presidente John F. Kennedy), ahora poco interviene en los debates como antes lo hacía y que con sus metáforas y dichos populares el Senado lo escuchaba con respeto y finalmente aprobaba su pensamiento constitucional y jurídico sobre algún proyecto.
Claro que Gerlein Echeverría tiene al frente un ministro de los quilates de Vargas Lleras (presidió la comisión y el Senado) que una vez fija una posición -con cigarrillo en la mano expulsando bocanadas de humo en recinto cerrado, infringe la Ley en medio de la policía, y con su vozarrón se muestra huraño- no da su brazo a torcer pero siempre nervioso por lo que digan los medios de comunicación y la opinión pública.
Por supuesto, su mente está puesta en las presidenciales dentro de tres años y no quiere que su nombre aparezca con tachones negros en las noticias, las columnas de opinión y en los implacables analistas políticos por su actuación como funcionario público.
Varios congresistas son conscientes que unos pocos de sus colegas son los que ventilan, filtran, para ganar titulares de prensa, las falencias del legislativo y de ahí el miedo a la prensa y el desprestigio de la corporación.
Algunos legislan pensando en las declaraciones que van a entregar a los periodistas.
No pasa lo mismo en la Presidencia de la República, ministerios, procuraduría, contraloría, fiscalía, contaduría y todas las ‘ias’ del ordenamiento jurídico colombiano en donde también se cuecen habas.
P.D. No les espera un futuro promisorio a los nuevos periodistas de Univisión en los Estados Unidos, los colombianos Isaac Lee y Daniel Coronell, enfrentados con los candidatos presidenciales republicanos Mitt Romney, Rick Perry, Michele Bachmann, Herman Cain y Jon Huntsman, muy relacionados con la poderosa comunidad cubana en Miami.
Se avecinan ‘nubarrones’ para los recién desembarcados periodistas colombianos de resultar elegido un republicano sucesor de Barack Obama.
No es si no recordar lo que le pasó al periodista estadounidense Tom Quinn (papá de Darcy), corresponsal en Colombia de la revista Time y caído en desgracia con la Casa Blanca, no recuerdo si en el gobierno de Ronald Reagan o George Bush padre, por la entrevista que hizo en Cali a los jefes del narcotráfico, Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, hoy presos en los Estados Unidos.
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Esporádicamente en Diario Política de Argentina.
A esta red se unió familia colombo-italiana residenciada en Valenza, provincia de Alessandria, norte de Italia, y estudiante en Las Palmas de la isla Gran Canaria, España
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Juan Carlos Martínez R. periodista TNN@